La pandemia ocasionó la ruptura de actividades que en el centro cobraban tradición. La vuelta a la normalidad nos ha devuelto todas o casi todas esas actividades. Entre ellas, destaca la jornada de convivencia. Así, tras tres años sin celebrarla, el viernes 14 tuvo lugar la sexta edición de la jornada de convivencia del colegio.

El formato de actividad fue idéntico al de años atrás: paella para todos y actividades lúdico-deportivas después. No obstante, tuvo algunos condicionantes que hiceron la tarde, si cabe, más especial que otros años. 

La genial Antonia Pasadas, como siempre, se ofreció altruistamente a hacernos la paella para todos. Ayudada por Jessica Aguilar, Fátima y Juani y Lidia López, nos hizo un arroz riquísimo para 230 comensales. Paralelamente, las familias de 2º ESO organizaron una barra para conseguir dinero en el viaje final de estudios de sus hijos/as.

Tras la comida, la Banda de Música de Noguerones nos concedió un breve recital que hizo de la sobremesa un momento ideal. El ambiente fue excelente. A continuación, vino el turno de los juegos y deportes, que nos llevarían hasta la medianoche. De acuerdo al programa, pero con retraso -esta vez menos con respecto a otras jornadas-, tuvimos juegos de mesa, castillo hinchable, rito con arco, taller de juegos populares, zumba (dirigido por nuestra querida Aurora), fútbol y baloncesto de alumnado, fútbol femenino, fútbol y baloncesto de mayores y voleibol (con una improvisada red que nos preparó Loli, de la mercería). La organización de los juegos corrió a cargo de la eficiente seño Oliva. Como decimos, era medianoche cuando hicimos la última y tradicional foto que aparece en la imagen.

Muchas gracias a todas las personas que colaboraron en la organización y desarrollo del evento, especialmente a Antonia Pasadas y sus ayudantes, a la Banda de Música y a las familias de 2º ESO. No obstante, hemos de felicitar a todas las personas que asisitieron al centro durante la jornada -unas 350 aproximadamente entre las que cabe citar a algunas antiguas maestras, a las queridas mayores de Educación de Adultos, al Club de Lectura y a tantos antiguos/as alumnos/as y sus familiias- y que contribuyeron a que la tarde fuera excelente. Enhorabuena a todos. El término de Comunidad de Aprendizaje cobra vigor con el resultado de este tipo de actividades.